Un gran incendio está diezmando el bosque. Todos los animales han huido de las llamas cruzando el pequeño lago al otro lado del valle. La Rana contempla como el colibrí recoge, con su pico, unas pocas gotas de agua del lago y cruza el valle para echarlas sobre el bosque ardiente. Una y otra vez vuela ida y vuelta dejando caer en cada viaje su pobre carga de agua en el fuego.
La Rana se ríe de él y en su vuelo cuarenta y tantos dice:
- No pensé que eras tan estúpido. Vos sabes que esas pocas gotas son incapaces de apagar este incendio. ¿Qué es lo que haces?
El Colibrí, sin siquiera detenerse, le contesta antes de volver a llenar su pico:
- Yo hago todo lo que puedo… ¿qué estás haciendo vos?
La Rana se ríe de él y en su vuelo cuarenta y tantos dice:
- No pensé que eras tan estúpido. Vos sabes que esas pocas gotas son incapaces de apagar este incendio. ¿Qué es lo que haces?
El Colibrí, sin siquiera detenerse, le contesta antes de volver a llenar su pico:
- Yo hago todo lo que puedo… ¿qué estás haciendo vos?
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